Metamorfosis, segunda parte

Posted in Uncategorized on octubre 8, 2009 by Daniel

Five months gone but I’m back! Me he tenido que leer las dos últimas entradas para saber por dónde me había quedado ::sermon::

Bueno, me había quedado en que justo había llegado a Bélgica, joder qué calor hacía ese día colega y yo con abrigo porque con eso de estar al norte me parecía que me iba a hacer bastante falta, y tuve que coger el pañuelo, varios mejor dicho para quitarme el sudor, entre las maletas, el abrigo, el calor y todo eso, vamos que al final me quitaba el sudor con las mangas del abrigo.

A todo esto que yo vivía en nunnemeerstraat, traducción, calle de las monjas, como si no hubiese tenido bastantes durante 13 años, pero vamos ya llegué allí, me dieron la llave de mi habitación y estaba de puta madre, tenía de todo todo y me acuerdo que entonces llamé a mi familia para hacerles saber que estaba bien. Esa tarde de septiembre de 2005 no salí a relacionarme con el resto de la residencia, quería estar sólo, pero al día siguiente ya hice amigos que ya llevaban días por allí y ya salimos por Overportstraat, la calle de las discos y eso que al día siguiente teníamos clase todos! pero Gante es la ciudad sin descanso, o como la llaman en Bélgica, la ciudad de los estudiantes borrachos y estuvimos saliendo todos los días hasta que muchos de nosotros dijimos basta, todos menos una, que siguió saliendo todos los días y luego iba borracha a clase, pero iba oye ::sermon:: (engordó 15 kg y no sabía cómo, decía…)

Total, que me sorprendió mucho el tiempo, hizo sol durante casi un mes, y ventitantos grados ::sermon:: pero me sorprendió también la gastronomía, horrible, y la gente, encantadora. Empezamos con las clases de tulipandés y poco a poco fuimos todos conociendo a gente nativa y un día de noviembre, o diciembre, no recuerdo bien, se les ocurrió a los belgas hacer una fiesta española y organizarla ell@s

Lo que ocurrió en aquella fiesta lo contaré en la siguiente entrada, a mí por lo menos me resultó muy gracioso. Stay tuned. Prometo no tirarme otros 5 meses sin escribir :muñecoteconeldedicop’abajo::

Los mosquitos se podían ir a tomar por culo

Posted in Cuando estamos cabreados... on May 24, 2009 by Daniel

Así de claro. Esta noche se han dedicado a acribillarme. Se podían ir a darle la vara a otro, que me han dejao que parece que tengo la varicela colegas. Y lo peor es que no lo encuentro, porque si lo encontrara, lo iba a torturar poquito a poco como ha hecho el muy puñetero conmigo, primero una patita, después un ala. Me iba a suplicar clemencia. Voy a buscarlo, jijijiji

Metamorfosis, el reto

Posted in El Profesor Chiflado on May 17, 2009 by Daniel

Y diréis, ¿Por qué no es ésta la segunda parte? Fácil, ésta es la entrada al reto, al reto de gabacha, entre otros retos…

Pero también porque hoy no escribiré sobre mi estancia en Bélgica, sino sobre mi vida actual o mejor dicho pre-actual, pero antes de eso… remontémonos al 18 de junio de 2008, que fue cuando, la relación causa-efecto empezó su camino hacia la destrucción de mi individuo, y diréis que qué es eso de la relación causa-efecto: elemental querido watson: la causa es el motivo que condiciona el efecto. En este caso no fue «al mal tiempo buena cara» más bien fue «al mal tiempo saca la tarjeta de crédito que te sacará de apuros momentáneos y encontrarás una felicidad superflua intentando por todos los medios cambiar tu vida mientras ves que por mucho que hagas no lo conseguirás mientras no tengas trabajo» y eso fue lo que hice, así que empecé a despilfarrar dinero, dinero que hoy día me hubiese sido muy útil para otros menesteres y pensaréis, en qué cojones se gastó este hombre el dinero?: pues veréis chavalotes, comencé comprándome un reproductor de mp3 y terminé comprándome una bicicleta con su correspondiente equipo deportivo, que sin ir más lejos era de tejido de bambú, una prenda carísima y total para qué iba yo a escatimar esfuerzos. Yo quería el bambú (léase tono rabieta de niño pequeño), como si a ese material no le salieran manchas y no hubiese que lavarlo. Todo esto ocurría al mismo tiempo que me seguía merendando mis bocatas de pimientos con chocolate, que no pimienta con chocolate, cuidadín.

Hasta aquí y pese a ser todo verídico, el reto planteado por gabachina en el post anterior haces años luz escrito.

Llega septiembre finales, encuentro por fin trabajo, de profesor de inglés (profesión de la que siempre había renegado) pero no estaba el horno para bollos, yo quería trabajar, y cogí el trabajo. La lástima es que no era de ingles (que tampoco estaría nada mal) Paréntesis: los que me conocen saben que estoy como una puta regadera, así que he creado una categoría más en el blug que se llama «el profesor chiflado», en la cuál iré añadiendo cositas, anécdotas que os dejarán a más de uno con la boca abierta o mega abierta, jajaja

Sigamos: después de una serie de metas marcadas y de ir una a una cumpliéndolas con mucha fuerza de voluntad hoy día sólo me quedan dos cosas para llegar a la plenitud y no mal pensaos, una de ellas no es un orgasmo. 😡

Moraleja: ninguna en particular, mal humor fuera y hacer lo que te da la gana en cada momento. Me voy a corregir exámenes 🙂

Metamorfosis, primera parte

Posted in Fascículos on marzo 8, 2009 by Daniel

En el verano de 2005 es dónde comienza un viaje que me lleva hasta dónde estoy hoy. Un viaje largo, de cambios bruscos, de cambios lentos, de cambios no tan lentos, pero principalmente de cambio de mentalidad. Por primera vez en mi vida conseguía lo que tanto había añorado durante tanto tiempo: un equilibrio entre mi persona y el mundo que me rodeaba, lo que en una palabra se conoce como Felicidad. Desde mi punto de 24 años casi 25 ya pensaréis que una persona de 21 no pensaba todo esto, y es cierto, no lo pensaba, pero lo sentía y ahora es capaz de explicar ese sentimiento, soy capaz de explicar ese sentimiento. Y diréis que la felicidad eterna no existe, que sólo son momentos. Esos momentos son euforia en la mayoría de los casos. ¿Qué implicaba para mí ser feliz? Pues en primer lugar dejar de ser gilipollas y de vivir la vida que durante 3 años no había podido disfrutar por miles de circunstancias.

Aquí empieza la primera parte de esta etapa, la etapa del cambio. Pues bien, me puse a trabajar en un trabajo que me salió en julio de 2005. Un trabajo que me era muy cómodo, pues trabajaba los fines de semana y me dejaba 4 días para estudiar los exámenes de septiembre. Era un trabajo de encuestador en francés para magrebíes y en agosto, avioncito que te crió para L’Île de France con el dinero que había ganado. En Francia me encontré con toda una señora ciudad, con un abanico de posibilidades increíble, tanto en el terreno personal, como laboral (claro, esto era antes de la crisis), una mezcla de culturas que me asombró, y era una ciudad cosmopolita que me enamoró desde el primer día que estuve allí (aunque sigo pensando que la torre Eiffel es fea), aunque los precios no me enamoraron tanto, todo hay que decirlo. Me adapté muy pronto, no me resultó difícil, pero estuve muy poco tiempo. Fui a hacer un curso que me dio la posibilidad una vez llegué a España de realizar el DELF (yo quería el DALF, pero preferí ir a lo seguro), que conseguí y acto seguido me puse a hacer los exámenes de septiembre que aprobé menos la asignatura más difícil de la carrera, IAT, que tuve que aprobar en Bélgica, siendo un orgasmito… digoooo, un erasmito :santo:

De vuelta a coger otro avión que me llevó esta vez a Zaventem, Bruselas. Segunda vez que estaba en esa ciudad tan horrorosa, menos mal que allí no iba a vivir, que me iba a Gent, Oost-Vlaanderen. Llegué una semana antes de que empezara el curso, para que nos dieran la bienvenida la universidad y todo eso. Siempre pensando en la familia, nunca sabía si aquello iba a salir igual de bien que Francia y si realmente iba a merecer la pena, pues la beca erasmus que te dan es una MIERDA y todo lo pagaban mis padres de su bolsillo, pero pensaba en la cantidad de ofertas que me iban a llover sabiendo Neerlandés. En el fondo seguía y sigo siendo un iluso, pero eso me hace soñador y a veces es bueno soñar despierto, sabiendo siempre dónde estás y con los pies en el suelo.

Esto se puede considerar el prólogo, una reflexión e introducción de lo que vendría después. En la siguiente entrada veremos cómo comencé a adaptarme en un lugar tan diferente.

Un ¿cateto? en la ciudad, séptima y última parte

Posted in Fascículos on marzo 1, 2009 by Daniel

Finales de marzo de 2005, hace más o menos cuatro años y recibo la confirmación de beca erasmus y efectivamente me habían dado el lugar del que un año antes me largué pero al cuál volví. Bueno, no he contado un detalle esencial: no conocía en persona al dueño del piso, ni siquiera me acuerdo de cómo se llamaba, creo que me lo dijeron un día…

Por tanto chicos, pues claro, voy yo y hago cuentas y total, para junio sólo tenía que pasar dos noches allí por los exámenes, el resto era historia y era una gilipollez pagar junio para dos noches cuando al curso siguiente me iba. Total, que el 14 de abril les dije a las dos estas que el 30 de mayo me iba y que quería mi fianza y me dijeron que sin problema. Y yo que me fiaba menos de estas… y con las mismas puse una cerradura en mi habitación el día 15 de abril sin mediar palabra. Ahora entenderéis por qué. Van pasando los días pero bueno, a la cuerda de tender salonera ya le tenía cogido el truquillo. Todo es cuestión de cómo observes las cosas, si observas la tele te olvidas de las bragas, si observas las bragas, te olvidas de la tele. Psicología de la mejor oiga! Que el programa no me interesaba mucho, miraba las bragas y los tangas interesantes (los color carne no, naturaca) que el programa era interesante, pues miraba la tele. Pura psique oiga… La limpieza, psché, ahí seguíamos peleándonos por gilipolleces varias que no llevaban a ningún sitio… Bueno, a lo que iba, avisé con mes y medio antes de irme, con que para el 26 de mayo aviso que el 30 me voy porque el 31 es el día de mi comunidad y lo celebraban en mi pueblo ese año y quería ver todo lo que habían organizado en mi pueblen, como es de lógica, pues me dicen que no hay problema. Pagaba en ese piso 180 euros, por lo que me tenían que devolver cada una 90 euros, pues el casero no devolvía la fianza que la tenía bien agarrá, la devolvían las inquilinas al inquilino que se marchaba, y el inquilino que entraba se la pagaba a las inquilinas que ya estaban allí viviendo… Llega el día 30 y me dicen que no tienen el dinero, pero que yo me vaya y les deje un número de cuenta y las llaves de mi habitación y las de la puerta. Mi respuesta: Y una mierda! No me pagáis la fianza? Yo me quedo junio de «gratis» y no váis a poder enseñar la habitación a nadie porque tiene cerradura y no me va a salir de los pies. Vuzotrah sabréih! Día 31 de mayo que me perdí la fiesta por la culpa de las putas estas  cutres 😡

Total que comienza la guerra! No tenía nada que perder, para qué iba a perder el tiempo limpiando? que limpiaran ellas que eran las limpias, además yo tenía exámenes y tenía que estudiar así que cuántas más migas pusiera por el suelo mejón, la cuerda de tender? la quité de la alcayata y la puse encima de la mesa del salón con bragas y chalecos incluidos… la mesa chorreando… Pero lo bien que yo veía la tele, eso no tiene precio, para todo lo demás mastercard… y la cara de cabreo que ellas tenían, jijijijijijiji….

El día 6 llaman a mi habitación porque me devolvían la fianza menos los 6 días que había estado. Que uno será de pueblo pero no gilipollas y a mala leche no me gana nadie ::santo:: y ya sabéis que para que yo haga algo así muy cabreado me tienen que tener, así que al final me fui de ese piso con fianza, habiendo hecho de las mías los últimos días y lo más importante, habiendo hecho amigos de los de verdad!!! jijijijiji y contento porque comenzaba una nueva etapa en mi vida, otro libro que empezaba con nuevos fascículos que contar.

FIN

Un ¿cateto? en la ciudad, sexta parte

Posted in Fascículos on febrero 19, 2009 by Daniel

Queridos contertulianos, entre calcetines, tangas y bragonas de color carne se situaba mi vida por aquel marzo de 2005 cuando por fin me tocó mi primera limpieza completa del piso, pues en este piso sí había turnos para la limpieza. Empecemos por una somera descripción de la cocina, primera habitación que limpié. Durante los primeros días de estancia me llamó la atención un electrodoméstico: el microondas, era de color plateado oscuro y claro a la vez, estaba como a rodales y yo me decía: qué original, qué curioso! pero me tuve que poner las gafas y me dí cuenta de que lo que tenía era una cantidad de mierda que ni con ácido sulfúrico para baterías se iba. Pues me puse manos a la obra y a frotar. Coño que si froté, se me quedó el brazo cachas en comparación con el otro. Me tiré en cuestión con el bicho dos horas, porque había que limpiarlo también por dentro y yo me preguntaba: joder cuánta mierda puede acumular esto en sólo una semana. Craso error, mis compañeras, que se las daban de super limpias, aseadas y cuidadas (acordémonos de cómo tendían la ropa, eso es de ser muy pulcras, limpias y ordenadas, sí) no habían limpiado el microondas en meses y resultó que era blanco!!! Anda qué cosas! pero sigamos con la limpieza de la cocina, no nos detengamos en pequeñeces… La cocina tenía dos encimeras y psché, pasables, pero cuando llegué a la vitrocerámica ahí ya no pude más. Explicadme, queridos congéneres, cómo se puede tener una vitrocerámica sin limpiar una semana! Pues ahí la dejé sin limpiar, porque total, yo no la usaba, comía en la uni, así que ya les comiera la mierda, que a mí plín. Buenooooo, pues me echaron la bronca porque no había limpiado la vitro. Parad burricalvas y echad un vistazo a vuestro alrededor, el microondas está blanco!!! y hace un rato era medio negro. Anda qué cosas, y nosotras creyendo que era negro, jejeje (mientras se sonrojaban). Tías, menos lobos que uno no se cayó de un guindo ayer eh? La cocina fue toda una hazaña, pero sigamos por el resto de estancias de la mansión casposa. Entro al baño pequeño, dónde planchaban (mi mente no llega a entender, tendían en el salón y planchaban en el baño? y qué cagaban, en el fregadero? Esto era el mundo al revés, aunque bueno, pude comprobar que en el fregadero no cagaban, porque tan pequeño era el aseo que entre, abrí la puerta, me subí a la tabla de planchar y cerré la puerta y me puse a limpiar, y claro, uno para esos menesteres usó guantes, y menos mal, porque abro la tapa del inodoro y sorpresa!!! churuzaco que casi llega al techo! pero eran muy limpias y aseadas… no lo olvidemos ::sermon:: Termino de limpiarlo después de tirar de la cadena y cojo un cacho hoja y les coloco en el frigo: «no sé quién ha sido la peazo guarra que me ha dejado un buen churuzo pa que lo quite, la siguiente vez lo dejo yo, y amenazo, lo vuestro no es nada», total, que en la cocina mientras me reprendían por no haber limpiado la vitro, les enseñé el nuevo microondas y la nota en el frigo, y para una tener 28 y la otra 37, se señalaban con el dedo la una a la otra diciendo que no habían sido. Claro claro y la mierda ha entrado en el inodoro por obra del espíritu santo, no te jode…

Me paso con mi cubo, trapos y fregona al otro cuarto de baño, el grande, el cuál tenía una revista porno y un gapo de haberse lavado los dientes y no haber limpiado el lavabo, pero eran muy limpias y aseadas… Lo limpié, menos el gapo, puse la revista guarra encima del lavabo abierta y me fui para el salón. La verdad, en el salón no sabía si pasarle el plumero a las bragas color carne o dejarlo como estaba, no había por dónde meterle mano, así que hice lo que pude y así se fueron repitiendo las semanas mientras ellas no hacían ni el huevo, bueno, estas limpiaban por encima, porque eran muy limpias!

En el próximo capítulo veremos cómo al nene le conceden la beca erasmus y qué acontecimientos se suceden en la convivencia a raíz de eso

Un cateto en la ciudad, quinta parte

Posted in Fascículos on febrero 7, 2009 by Daniel

Comienza el año 2005 y previamente había hecho bastante el paripé con mi familia política y paterna y paterna política felicitándonos el año nuevo en las uvas cuando estábamos todos pensando: «serás puta, gilipollas, hortera…» «ya ardas…» y esas cosas tan bonitas que nos decimos en navidad sin que nadie se entere, la Navidad, esa época maravillosa dónde todos nos queremos mucho. Paaaaaaara que te vas de tema, machote. Pues ya sin compañera de piso… y sin piso. Pues comienza bien el año y yo que me tenía que volver a mudar y a trasladar a vivir fuera para continuar las vacaciones, digooo, los estudios y ¿qué podía hacer yo? Pues bien, os acordáis de aquella maravillosa solución que me buscaron mi madre y hermana del alma, aquel precioso hostal? Pues esa fue la solución. He de decir que hubo gente que se le abrió el culo porque me fuera a su casa hasta que fuese preciso, pero una cosa es una noche, y esto podía alargarse, la búsqueda de piso no es tan sencilla, y sino que se lo digan a gabachi, así que decidí hacerlo a mi modo, sin pedir favores y pasándolo regular mientras buscaba un nuevo alojamiento que encontré en febrero a mediados, era otro piso compartido. Esperad que me voy a potar un rato… Pues pensé, vale, son mayores que yo, yo tenía 20 y ellas dos una 37 y la otra 28 y trabajando, decía yo, «son gente trabajadora», no causarán problemas… Ay que me partooo de lo iluso que era! No hay que decir que el novio de una de ellas vivía con nosotros claro, y la manutención que pasaba era… pues ni los pasteles del novio de la ninfómana oiga… Pero lo mejor era el salón oye, me lo enseñaron limpito para causar buena impresión, al día siguiente lo pusieron tal y como lo tenían el día anterior. A ver cómo explico esto… resultó ser que las dos gilipuertas tenían una cuerda colgada de la punta del mueble a una alcayata de la esquina de la habitación, pero en diagonal, no sé si lo visualizáis, y ahí colgaban la ropa, así que en el anterior salón, era gas lacrímógeno lo que impedía ver la tele, en este caso eran las bragas y los calcetines de las susodichas en cuestión, que por cierto, las de la de 37 eran antilujuria total… Pero tan mal estaban de cuartos para no comprar un tendedero de los 20 duros? y la mayor para comprarse bragas algo más chechis? no sé, es que ni veía la tele, ni veía mi imaginación colegas… o mejor dicho, tan mal de cuartos estaba yo para irme a vivir a semejante antro? Algo que aún me sigo preguntando. Es la ostia esto de compartir piso, aprendes muchas cosas…

 

En la siguiente entrada veremos el capítulo de el microondas negro, que cuando lo limpié resultó ser blanco y de cómo encima se atrevían a criticar sobre cómo limpiaba la gente. Unas verdaderas grullas, estas compañeras mías… Ni que decir tiene que las buscaré en el feisbuk para retomar la amistad 😀 😀

Un cateto en la ciudad, cuarta parte

Posted in Fascículos on enero 15, 2009 by Daniel

Hoy después de ver el último capítulo de How I met Your Mother ha sido cuándo me he dado cuenta de por qué compartir piso con esta «damisela» no funcionó: ¡No tuve sexo con ella! Claro, porque si a cada discusión que comenzásemos le hubiésemos puesto paz con un polvete a lo mejor incluso ahora seríamos grandes follamigos. Todo puede ser, pero claro remontémonos, ya éramos tres en el piso, o debería decir que ya éramos tres en la discoteca pachá? porque a ver quién es el guapo que aguanta el ritmo de fiesta por la mediodía, fiesta por la tarde y fiesta por la noche. A mi compañero lo picó y entre los dos se fumaban unos porros de aupa. Con deciros que abrías el portal de abajo y ya olía… Mi madre flipó al entrar, jajaja, aún me acuerdo. Pero es que era por demás, un día yo todo inocente voy y le pregunto que ese olor a mierda de dónde lo han sacado, que si estaban las tuberías mal (Prohibido reírse) y ella me miró con cara rara y cuando entraba al salón sólo veía una nube de humo. Encendía la tele para ver algo y entre que parecía que habían tirado gas lacrimógeno en el salón y que se me empañaban las gafas del humo pues apaga y vámonos. La verdad es que muy sabia la serie, un polvo y se acabaron los problemas, pero cómo iba yo si el novio vivía prácticamente con nosotros? De hecho los domingos se traía su maletita para pasar la semana allí y no pagaba manutención de ningún tipo. Bueno, sí, un día trajo pasteles…

La verdad es que posibilidades hubo, pero uno que es legal… y gilipollas 😦

Ya empezaron las discusiones fuertes y como vió que me daba lo mismo y me quedaba tan pancho ella se cabreaba más y daba más voces. Pero tía que te oigooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo. La madre, que tía más ordinaria! Y empezaron en parte por eso en parte porque un domingo tras quitar el edredón me encontré unas sospechosas manchas en las sábanas y puse cerradura en mi habitación. Evidentemente no le pedí permiso al casero porque me hubiese dicho que no, así que hice lo que me salió del pie, to eso pa variar. La verdad es que vivir en la Pachá fue toda una experiencia, pero me acabó cansando y sin mediar palabra se lo dije al casero que me iba, aceptó, rompió el contrato delante de mis narices, le dije lo de la llave y me dijo que la dejara cerrada que esa habitación no la iba a usar para sus menesteres follariles ::risitas:: y el mismo día que me fui del piso, el 17 de diciembre de 2004, el último día de clase antes de la Navidad, interrumpí una de las fiestas de mediodía que organizaba a diario para decirle que me iba, y me dio dos besos y me deseó un feliz año. Jajajajaja y yo, no te has enterao alma de pollo, que me voy y y no vuelvo, avisada estabas. Respuesta: somos una familia y tenemos que resolver los problemas como familia, hablando. Respuesta mía: Anda, anda, andaa y no flipes. Que pierdo el tren tía. Que te vaya bonito y mientras bajaba la maleta una de voces que me daba. Le dije que si no se había planteado nunca vender en el mercadillo, tendría futuro, y la cabreaba aún más ::risitas::, pero claro con un polvo a tiempo esto no habría ocurrido.

En la siguiente entrada contaremos como comenzó el año 2005. Otro annus horribilis! bueno, sobre todo el comienzo y veremos cómo empezó mi nueva vida sin petarda a bordo.

Un cateto en la ciudad, tercera parte

Posted in Fascículos on enero 9, 2009 by Daniel

Y por fin llegó el cateto y comenzó a compartir piso por primera vez en su vida. Para el cateto, uzeaze, er menda, era toda una experiencia, pero vayamos por partes:

Sobraba una habitación que teníamos que cubrir buscando un tercer inquilino para ahorrar gastos. Yo por mí no lo hubiera buscado: era un piso de más de 100 metros cuadrados con 3 dormitorios, dos de matrimonio y el tercero podía ser ¿de invitados por ejemplo? No pudo ser, la señora ya empezó poniendo pegas diciendo que sus padres no tenían dinero para pagar 350 euros mensuales. ¿Y yo sí? Mi padre no es un alto cargo en el ejército como el tuyo guapa… Y es que como decimos por aquí: «los que más lloran, los que más tienen». Pues por fin llegó de Alicante a vivir con nosotros Pelopo (no, no se llamaba Pelopo, yo le decía pelopo, como decimos en mi pueblo, de pelopolla, porque tenía el pelo igual) y claro, entre dos hombres y una «dama» le cedimos un cuarto de baño a ella solita mientras nosotros dos compartíamos cuarto de baño. Supongo yo, pero es un suponer, que no había notado mi presencia por la casa, porque el cuarto de baño lo tenía como si fuera suyo. De hecho, ni siquiera limpiaba la bañera al ducharse cuando es de lógica que a los que van detrás le tienes que dejar las cosas limpias. Pues queridos amigos, como podréis imaginar, cuando yo entraba en la ducha, ya me cabreaba, y encima me tenía que callar porque no lo conocía de nada y no había confianza como para decirle: «que te has dejao tos los pelos en la ducha so guarro». Claro que, siempre hay pelos y pelos, pero con él nunca sabías, porque los de la cabeza eran un implante de las partes bajas. Tened en cuenta que los de abajo son más fuertes y más rizados, esos eran garantía segura de una NO calvicie!

Así que claro, nuestra primera conversación, la que conté en la anterior entrada, estaba claramente predestinada a ocurrir, pues directamente prefería pasar al servicio de un bar de carretera. Por tanto a la segunda semana er nene intentó poner planes de limpieza semanales, los que se hacen en todos los pisos compartidos, pero la buena señora dijo que era fácil, el que antes viera la suciedad antes la quitaba… Al final les recomendé que fuesen a la óptica…

 

Así que ya véis lo difícil que resulta compartir piso con extraños. Y esto sólo acababa de empezar.

Seguiremos en la siguiente entrada, subtitulado «cómo un salón de un piso en una comunidad de vecinos se convierte extrañamente en Pachá Ibiza todas las noches»

Un cateto en la ciudad, flashback

Posted in Fascículos on enero 4, 2009 by Daniel

Ya que me habéis pedido que cuente mi primera conversación con la que más tarde fue mi compañera de piso, pues tendréis que esperar a la tercera entrega de mis aventuras por lo largo y ancho de este mundo mientras era universitario, aunque ahora que lo pienso, sigo siendo universitario, estoy estudiando otra carrera, así que puedo seguir contando batallitas, jejeje.

Venga que me lío como una persiana y me dejáis 🙂

Volvamos a mayo de 2004, unos meses antes de lo que estoy hablando, ¿o era junio? Pues la verdad, sería junio porque era período de exámenes y justo acabábamos de salir de uno. No me preguntéis de cuál porque ya de eso no me acuerdo, pero recuerdo que le pregunté por cortesía que qué tal se le había dado, a lo que me respondió que ya vería la nota y ya nos quedamos hablando, de la profesora, de lo zorra y guarra que era (eso eran palabras suyas, yo no hablo así ::santo::), y de ahí sacamos lo de la gente que huele mal porque no se lava, bla bla bla. Sinceramente, todo vino por ahí, pero acabamos hablando, muy naturalmente, por cierto, o mejor dicho, describiendo, nuestras deposiciones, y nos reímos un montón los 10 minutos que duró la conversación, porque estábamos hablando de esto en pleno verano, en plena puerta del examen y nos estaba oyendo todo el mundo. Pero lo mejor es que nos dio igual. Me estoy riendo ahora mismo mientras lo escribo colegas.

Pasan los meses y me dice que nuestra aventura compartiendo piso va a salir estupendamente, que tiene ella la corazonada, porque desde nuestra conversación tan natural no podía salir nada mal… En fin… No comments.

Como véis no merecía la pena contarlo, pero os empeñásteis… Pues a esperar toca chicos.

En la siguiente entrada por fin veremos como se desarrollaron los acontecimientos los meses que vivimos juntos, y colorín colorado, este cuento aún no se ha acabado. Stay tuned!